By Susana Farran | Economia, Empresas, España, Futuro, Herramientas, Industria, RR.HH, Talento, Trabajo | 0 Comments
El teletrabajo es una nueva realidad que viene para quedarse a la hora de acometer la jornada laboral y va consolidando su asentamiento con la incorporación de las nuevas generaciones.
La pandemia generada por el COVID-19 supuso un punto de inflexión en la forma de entender el trabajo y, por ende, en la manera de trabajar por parte de los principales agentes involucrados en el proceso: «por un lado, las empresas y organizaciones; y, por el otro, los propios trabajadores».
Si bien el teletrabajo ha sido una primera aproximación a la urgente necesidad de poner una solución durante el período de confinamiento, los puestos o entornos híbridos son la evolución de un nuevo modelo de gestión de trabajo que pone de manifiesto las necesidades y desigualdades que se han ido descubriendo fruto de un aprendizaje forzoso, como son la falta de pertenencia a una organización, la necesidad de trabajar en equipo, la conciliación de la vida laboral con la personal, la falta de desconexión, la escasez de recursos y formación, o la poca digitalización y actualización en los procesos de trabajo.
La realidad indica que la crisis del COVID-19 ha acelerado un proceso de transformación en el mundo del trabajo en general, y en particular en el área de Recursos Humanos, basado en soluciones tecnológicas y nuevas tendencias; éstas, pese a existir desde antes de la pandemia, no se aprovechaban tanto para este fin y, en su conjunto perfilan y asientan ya de forma definitiva un nuevo paradigma en la gestión de las personas y del talento.
Hablamos de Digitalización, de Upskilling y Reskilling como claves de la gestión del talento, de salud, bienestar y productividad, de las oficinas como lugares de trabajo, de ciberseguridad, de líderes transformadores y de la era digital.